Hay dos cosas que llevan un tiempo rondándonos por la cabeza
y no nos dejan tranquilos. En primer lugar la conversación con Juan Orellana y
cómo nos hablaba de Disney, diciendo que,
en muchos, casos ni dirigía las películas, a veces sólo era el productor. La
segunda es que nos estamos dando cuenta de lo gigantesca que es la empresa
Disney. Por tanto, ¿dónde está Walter Elias Disney en toda la producción
Disney? ¿Está en cada una de las obras?
Según la Wikipedia Walter Elias Disney “fue un productor, director, guionista y animador estadounidense. Figura
capital de la historia del cine de animación, es considerado un icono
internacional gracias a su influencia y sus importantes contribuciones a la
industria del entretenimiento durante gran parte del siglo XX. Fundó junto a su
hermano Roy O. Disney la compañía Walt Disney Productions, que años después se
convirtió en la más célebre productora del campo de la animación”
Como animador sabemos, sin ninguna duda, que no era el
mejor. De hecho, tenía a un gran número de dibujantes trabajando para él mucho
mejores. Como guionista Juan Orellana lo crítica por ser un mero adaptador de
cuentos. Como director hemos estado viendo en la página de IMDB, que no dirigía
todas las obras, de Blancanieves por ejemplo no fue él el director. ¿Y de
productor? ¿Qué hizo como productor?
Un productor es la persona que, con responsabilidad, organiza la realización de una obra
cinematográfica, discográfica, televisiva, etc. y aporta el capital necesario. Walter,
en esto, es un genio, marca todos los patrones y dirige a todas las personas
que trabajan para él. Son un millón de detalles que tiene que tener en cuenta y
ponemos dos ejemplos claros en su historia.
El primero es el momento de crisis que vive la empresa
Disney con el auge de la televisión. En esos momentos la pantalla de cine
necesitaba algo nuevo, no sé si mejor pero distinto. Los años finales de los 60
y 70 exigían un nuevo tipo de películas a las empresas cinematográficas. Disney
supo contestar a este nuevo público, consiguiendo no arruinarse creando nuevas
obras de personas reales como Mary Poppins. Sin embargo, siempre sin perder la
etiqueta de buenos y malos.
El segundo ejemplo son los niños de los años 40 y los del
siglo XXI, que son completamente distintos. Disney en los años 40 hizo
películas para los niños de ese momento. Antes no gustaba la acción y por ello
no hizo ese tipo de películas, que sí comenzarían a producirse a partir de los
años 70. Uno se educa en el cine de su contexto.
Actualmente, ha cambiado completamente el tipo de
espectador. A los chavales de hoy si le das para consumir una película que
exija actitud contemplativa, ir poco a poco, viendo lo que quiere decir, se
aburren, no aguantan. Sin embargo, así se pierden lo mejor del cine. Ahora solo
hay espectadores pasivos incapaces de entender el lenguaje del cine, cada uno
de sus detalles que lo hacen un arte. Por ello, la empresa Disney ahora crea
películas mucho más rápidas y más instantáneas, haciendo que, una vez más, se
vea el genio que fue, que, sin perder la esencia Disney, respondió a un público
completamente distinto.