Es curioso que el nacimiento de un dibujo como Mickey Mouse
se haya convertido en una leyenda. Walt Disney decía que concibió al ratón en
un tren, volviendo de Hollywood después de un encontronazo con Mintz. No hay ninguna
razón para pensar que esto no es cierto, pero como una historieta más, se ha
ido difundiendo de boca en boca y muchos ya piensan que es un mito. Aún así, el
nombre de Mickey no fue el primero que pensó nuestro artista para el pequeño
ratón. En su estudio llamaba a su dibujo Mortimer, sin embargo antes de que
saliese al público se cambió. Se ve que se daría cuenta de que Mortimer era un
nombre quizás demasiado pomposo para un ratón de animación.
Así, en la gran ciudad de Nueva York, en 1928, nuestro ratón debutó por
primera vez con la colaboración de Ub Iweks. De hecho este último fue
el que definió el físico de Mickey, que después retocó Walter, haciéndolo más
compacto: primero dos largos círculos, uno sería la cabeza y el otro el resto
del cuerpo; luego, dos círculos más pequeños que serían sus grandes orejas y
algunos retoques como la nariz puntiaguda y largos pies para que fuese estable.
Por último, estaba equipado por una larga y finita cola y unos pantalones
cortos decorados con botones.
(Las dos imágenes de abajo son de la primera película con música
que se proyectó de Mickey Mouse: Steamboat Willie en 1928)
Pero la grandísima novedad fue que se trataba de un dibujo
con una identidad. Por ejemplo, el gato Felix era un personaje que el público reconocía perfectamente,
pero no tenía una personalidad definida como sí tenía Mickey que, desde el primer momento, fue un personaje fácilmente identificable con cualquiera de la audiencia. Es decir, Disney llega a un punto en el que crea un personaje que dice algo a la sociedad. No solo es un dibujo, es un ente en sí mismo.
Lo más probable es que este detalle fuese obra de Disney y
no de Iwerk, ya que Walt siempre criticó que los dibujos animados pareciesen eso mismo, dibujos, personajes que no eran capaces de pensar por sí mismos. Por ello, de algún modo, Disney concibió a Mickey como su alter ego, como Superman lo era de Clark Kent.
Durante toda su vida como artista tuvo un especial
afecto por este ratón, lo que sugiere inmediatamente que se involucró en
cada detalle de su creación. Y damos gracias a ello, porque recuerda que todo empezó con un ratón.