¡Bienvenidos! Os presentamos el dibujo de Walt Disney, su evolución, su historia, sus personajes y técnicas cinematográficas.

martes, 21 de enero de 2014

DESMONTANDO EL REY LEÓN

Cualquiera que haya sido niño durante los últimos cincuenta años ha visto con total seguridad alguna película de la factoría Disney. Generación tras generación, esta fábrica ha conseguido triunfos de leyenda. De hecho, siete de las diez películas más vendidas de todos los tiempos son de esta compañía, y a la cabeza de esa lista, por supuesto, El Rey León.

Por el momento, esta película se considera el mayor logro en la historia de la animación. La trama, fundamentada en la obra Hamlet, narra la vida del joven león Simba, que aprende cual es su lugar en el mundo tras la muerte de su padre Mufasa, el rey de la sabana. Esta película ha sido la quinta película más taquillera de la historia y cuenta con dos Oscar. La lástima es que no escribimos esto para exaltar la que puede ser una de las mejores películas de animación de la historia, sino para ver más allá de su superficie.


Si nos fijamos, el papel de los personajes femeninos, podemos observar que está siempre en segundo plano, cuando por todos es sabido que son precisamente las hembras las que “controlan” a la manada. Además está la idealización del padre y el deseo de ser como él. Por mucho que busquemos no vamos a encontrar ningún defecto en Mufasa, incluso tiene la mejor melena de toda la manada. La parte negativa del padre, todo aquello que no gusta, se proyecta en su hermano, el tío Scar.

¡Pero es que eso no es lo mejor! El tirano Scar destaca también por su carácter femenino y amanerado, con sus frases sarcásticas y las exclamaciones en francés (en la versión original). La femineidad se ve como una negativa. Además de que Scar es inteligente, lo cual en la película no parece una virtud, sino una característica negativa que se aplica a los malvados. Además, en el antagonista encontramos otra peculiaridad: resulta que es el único león con rasgos diferentes, es mucho más moreno y tiene la melena negra y lacia. Se podría decir que es una especie de “león gitano”. 


Precisamente, analizando más en profundidad, encontramos en el film una serie de características de la religión judeo-cristiana en el bautizo de Simba: la señal en la frente, la presentación en sociedad… También aparecen símbolos de la religión budista, como cuando Rafiki adopta la postura de flor de loto.


Lo raro es que la única referencia a la religión musulmana es la media luna que brilla en el cielo la noche que el perverso Scar toma el poder… ¿casualidad?


En cuanto a los estereotipos masculino y femenino no nos trae nada nuevo, el hombre es el poseedor del saber y la fuerza, quien se ocupa del trabajo y de la política. La mujer, y eso que esta vez no es una princesa como tal, se muestra débil, y ocupa el ámbito doméstico.

Por otro lado nos encontramos con que el león es quien sostiene el equilibrio de la sabana. Como en los reinos tradicionales, el poder es hereditario y, en cuanto el reino se queda sin liderazgo, se convierte en un caos, acabando en la destrucción de ese modelo, que al principio parece perfecto.


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