¡Bienvenidos! Os presentamos el dibujo de Walt Disney, su evolución, su historia, sus personajes y técnicas cinematográficas.

viernes, 29 de noviembre de 2013

GET A HORSE!

Con el propio Walt Disney como la voz de Mickey Mouse, Get a horse! De Walt Disney Animation Studios sigue las aventuras de Mickey, su compañera preferida Minie Mouse (voz original, en inglés, de Marcellite Garner) y sus amigos Horacio y Clarabella, mientras disfrutan de un paseo musical a bordo de un vagón de heno… hasta que aparece Pedro Pata de Palo (voz en inglés de Billy Bletche) e intenta sacarlos del camino.

Todavía no ha salido en pantalla, pero nosotros lo pudimos ver el lunes en las Oficinas The Walt Disney Company de Madrid. Tiene unas críticas tremendas y resulta un corto maravilloso, muy recomendado sobre todo para los aficionados al cine y la historia del arte de esta época, ya que lo novedoso es la brillante mezcla de técnicas antiguas y nuevas.

Al principio aparecen figuras en blanco y negro, dibujadas a mano, como en las primeras escenas protagonizadas por nuestro ratón. Pero, de pronto Mickey se ve separado de Minie utilizando la nueva tecnología del 3D. De tal manera que Minnie queda dentro de un dibujo en blanco y negro y Mickey, ya a color y en tres dimensiones, cerca del público como si estuviese fuera de la pantalla.

Mickey deberá valerse de todos los trucos que encuentre debajo de su manga para regresar a su lado.


Y como nos gusta demostrar lo que decimos… ¡aquí tenéis el tráiler!


martes, 19 de noviembre de 2013

MASTERCLASS DE MICKEY

Ayer  lunes 18 de noviembre, se cumplieron 85 años de la primera aparición en cines de Mickey Mouse en el estreno de Steamboat Willie, en 1928.

La revista 20 minutos, televisión española, canal Extremadura y un gran número de reporteros han acudido a la conferencia, sin embargo, hoy es un día diferente, no son ellos quien hacen preguntas, son personitas de entre 9 y 10 años.


45 niños, cuadernos, páginas en blanco, lápices sin estrenar y una gran emoción surca la sala. La compañía Disney de España quiere que conozcan a Mickey, el alter ego de Walter y, para ello, primero veremos un corto de Mickey, Get a horse!, que supondrá, como dijimos anteriormente, la vuelta de Mickey a la gran pantalla (junto con el estreno de Frozen el reino del hielo) el 29 de noviembre.


No obstante, eso no parece suficiente, por lo que Fabrizio Petrosi, nuestro artista y dibujante especializado en Mickey, considera que los niños, antes de dibujarlo, deben conocerle mejor. Por ello, veremos, además, otros cortos de los orígenes de Mickey.


Ahora sí, ya están preparados para dibujar al pequeño ratoncito.

Fabrizio Petrosi es un napolitano que empezó a colaborar con la revista Topolino y otras publicaciones de The Walt Disney Company Italia en 1992. Además entre 1995 y 2003 trabajó como instructor de nuevos artistas en Madrid, Milán, Barcelona, Londres y París. En la actualidad, trabaja con los personajes Disney para Disney Publising en Estados Unidos.
Hoy ha introducido su masterclass diciendo a los niños: “Lo principal que debéis saber es que no os tenéis que preocupar por el resultado. Todos los artistas de Disney antes del dibujo final hacen millones de bocetos. Hay que practicar.” ¿No es encantador? El positivismo se respiraba en el ambiente.


Tras esa afirmación, los niños, confiados, con todos los sentidos puestos en su maestro, se han puesto manos a la obra. La primera cosa que les ha enseñado es que todos los dibujos de Disney se basan en formas básicas, círculos o formas elípticas. La principal razón es posibilitar que puedan ser dibujados por distintos artistas y que los personajes cambien de medio.

Practicamos primero la cara, durante dos minutos dibujamos círculos muy grandes…  ¡todo lo grandes que podamos! 


Pasamos de página y hacemos la cara de Mickey de frente. Es muy simétrica, por lo que, al principio, tan sólo necesitamos hacer una forma redondeada que no tiene que ser perfecta pero que, como nos han repetido varias veces, debe ser grande.

Después, dos líneas (una vertical que divida el círculo en dos y otra horizontal, perpendicular a la anterior y un poco más baja con respecto al centro). Tras esto, llega la parte más importante: dibujar los mofletes y la sonrisa característica de nuestro ratón.


Es decir, paso por paso, Fabrizzio hoy ha ido cautivando a cada niño. No solo por su cercanía con Disney y todo lo que representa, o por ser de los pocos autorizados a dibujar a Mickey, sino porque su habilidad no solo está en dibujar, sino en enseñar. Walt Disney no sólo hizo un ratón que encantó y maravilló a los niños, sino que eligió un dibujo que ellos mismos, aún con 9 o 10 años, podían hacer.

Os dejamos aquí algunos videos de hoy.








domingo, 17 de noviembre de 2013

85 ANIVERSARIO

Damas y caballeros: ¡Nuestro ratón cumple 85 años! ¿Y qué mejor forma de celebrarlos que lanzando a la gran pantalla una nueva película con él como protagonista? Pues así es. El 18 de noviembre, con motivo de la celebración, 30 niños de 4º de primaria están invitados al estreno de Get a Horse!, película pre-seleccionada para el Oscar 2013 al mejor corto de animación y que, además, compartirá protagonismo con la nueva película de la compañía Disney: Frozen, el reino del hielo.

Sin embargo, eso no es todo. Con motivo de los 85 años de vida de este ratón simpático que tantas alegrías nos ha dado, el mismo 18 de noviembre, el famoso Fabrizio Petrossi (actual dobujante oficial de Mickey Mouse) dará una masterclass y una entrevista a las que, afortunadamente, hemos sido invitados.

Así pues, estad atentos al blog, porque no tardaremos en subir una entrada que detalle nuestra experiencia en este maravilloso evento.


viernes, 15 de noviembre de 2013

MINNIE: LA COMPAÑERA INSEPARABLE.

Cuando pensamos en Disney, lo primero que nos viene a la cabeza es un ratoncito, gracioso y de grandes orejas redondas. Mickey es el símbolo de Disney. Pero… ¡qué aburrido sería que el pobre estuviese solo en todas las aventuras! Por ello, Disney, leyéndonos a todos el pensamiento, tuvo la brillante idea de incluir en la vida del señor Mouse nuevos personajes. Y, para empezar, ¿qué mejor personaje que su inseparable Minnie?


En Minnie, al igual que en Mickey, habrá una evolución del personaje, especialmente cuando los dibujos sean en color. Es con este elemento, donde se remarca que Mickey y Minnie son pareja, ya que ambos utilizan en la ropa el mismo color: rojo, para la falda de Minnie y el pantalón de Mickey, y amarillo para esos zapatos descomunales que llevan (en serio, ¿cómo puede caminar Minnie con unos zapatos que no son de su talla?). Sin embargo, poco a poco, irán aumentando su fondo de armario además de añadir más colores.


La primera vez que vimos juntos a Mickey y Minnie fue en el cortometraje Loco por los aviones (1928), el que sería el comienzo de sus largas y divertidas aventuras, donde podemos ver a Minnie y sus características crisis de histeria, las bromas entre ellos, la búsqueda de besos por parte de Mickey arrugando los “morritos. Son momentos que nos han hecho reír a todos y que están presentes en la memoria de pequeños y mayores.  

 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

MICKEY, UN DIBUJO CON UNA IDENTIDAD

Es curioso que el nacimiento de un dibujo como Mickey Mouse se haya convertido en una leyenda. Walt Disney decía que concibió al ratón en un tren, volviendo de Hollywood después de un encontronazo con Mintz. No hay ninguna razón para pensar que esto no es cierto, pero como una historieta más, se ha ido difundiendo de boca en boca y muchos ya piensan que es un mito. Aún así, el nombre de Mickey no fue el primero que pensó nuestro artista para el pequeño ratón. En su estudio llamaba a su dibujo Mortimer, sin embargo antes de que saliese al público se cambió. Se ve que se daría cuenta de que Mortimer era un nombre quizás demasiado pomposo para un ratón de animación.


Así, en la gran ciudad de Nueva York, en 1928, nuestro ratón debutó por primera vez con la colaboración de Ub Iweks. De hecho este último fue el que definió el físico de Mickey, que después retocó Walter, haciéndolo más compacto: primero dos largos círculos, uno sería la cabeza y el otro el resto del cuerpo; luego, dos círculos más pequeños que serían sus grandes orejas y algunos retoques como la nariz puntiaguda y largos pies para que fuese estable. Por último, estaba equipado por una larga y finita cola y unos pantalones cortos decorados con botones. 



(Las dos imágenes de abajo son de la primera película con música que se proyectó de Mickey Mouse: Steamboat Willie en 1928)

Pero la grandísima novedad fue que se trataba de un dibujo con una identidad. Por ejemplo, el gato Felix era un personaje que el público reconocía perfectamente, pero no tenía una personalidad definida como sí tenía Mickey que, desde el primer momento, fue un personaje fácilmente identificable con cualquiera de la audiencia. Es decir, Disney llega a un punto en el que crea un personaje que dice algo a la sociedad. No solo es un dibujo, es un ente en sí mismo.

Lo más probable es que este detalle fuese obra de Disney y no de Iwerk, ya que Walt siempre criticó que los dibujos animados pareciesen eso mismo, dibujos, personajes que no eran capaces de pensar por sí mismos. Por ello, de algún modo, Disney concibió a Mickey como su alter ego, como Superman lo era de Clark Kent. 


Durante toda su vida como artista tuvo un especial afecto por este ratón, lo que sugiere inmediatamente que se involucró en cada detalle de su creación. Y damos gracias a ello, porque recuerda que todo empezó con un ratón.

martes, 12 de noviembre de 2013

UN MUNDO MUSICAL

No podemos olvidar también que la música es una de las seis principales formas de arte y que fue un incentivo para abrazar al optimismo en un mundo que afrontaba en aquellos años dificultades y problemas de todo género (1945). Por ello, las canciones cobrarían una importancia cada vez mayor, con estribillos que se seguirán repitiendo en las siguientes generaciones y que, incluso, llegan hasta hoy. ¿Quién no se sabe “Yo voy a ser el rey león” o “bajo del mar”? ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo tarareando una melodía de Disney?

Walt Disney tenía cierta obsesión por ilustrar con imágenes composiciones clásicas de todo tipo, lo que le llevaría a buscar experiencias semejantes a la conseguida con Fantasía, su obra más lograda. Así, en la película Make Mine Music (1946) puso imagen a un total de diez temas musicales, deleitando a padres, hijos y abuelos.

El más original de este largometraje es la historia de la ballena llamada Willie que, después de haber sido descubierta en el mar, es capaz de cantar todas las arias imaginables en su debut en el Metropolitan. Esta incursión de Disney en el mundo musical precisó de tres años de producción y más de dos millones y medio de dibujos… Sí, nosotros también nos quedamos impresionados cuando lo supimos. ¡Dos millones y medio de dibujos! Es tanto que creo que es imposible hacerse una idea real del trabajo que debe llevar eso.


Tiempo de Melodía, traducción de la original Melody Time (1948), fue una nueva producción de los estudios Disney en el mundo de la música. En el proyecto, que se aleja cada vez más de lo clásico, participaron famosos intérpretes y músicos de entonces. Leyendas populares norteamericanas, héroes del Lejano Oeste y poemas adaptados se mezclaron en el que fue considerado por la crítica como el mejor popurrí musical de la factoría.

Por otro lado, las baladas románticas de La Cenicienta, valorada como una de las mejores creaciones de Disney, se vieron complementadas por canciones inolvidables como la que interpreta el Hada Madrina al usar su varita mágica, el Bibbidi-Bobbidi-Boo. Una canción muy pegadiza que, por otro lado, puede llegar a ser completamente impronunciable.


Y es que si hablamos de música y de Disney juntos no podemos dejar de mencionar a Mary Poppins (1964), que ha pasado a los anales del cine como una de las mejores comedias musicales de la historia. Fue una estrella de los musicales precisamente, Julie Andrews, la elegida para encarnar a esta institutriz. El trabalenguas Supercalifragilisticoespialidoso batió récords de persistencia en el recuerdo de todos los espectadores, sólo comparables a los del Salakadulachachicomula de La Cenicienta. Y lo mejor de todo es que después de cincuenta años, ¡la canción se sigue cantando! No tenemos muy claro con qué fuerza sobrenatural pactó Walt Disney, pero está claro que su legado, por una cosa o por otra, está siendo inmortal.


Dos años más tarde del estreno de esa película, los estudios vieron como su fundador moría, dejando un hueco enorme dónde se antes podía apreciarse todo su impulso, su energía y su ilusión. Pese a ello, los estudios siguieron adelante y trajeron al mundo algunas de las películas más famosas de la historia del cine, como El libro de la Selva, Robin Hood, La Sirenita y otra multitud de largometrajes que dejarían muchas canciones para el recuerdo.

En El Rey León (1994) participaron algunas de las mejores voces de aquel entonces, como el legendario James Earl Jones, que dobló a Mufasa, o dos estrellas de Brodway, Nathan Lane y Ernie Sabella, que prestaron voces a Timón y Pumba. Elton John escribió cinco canciones para la película y, además, él mismo interpretó el tema Can You Feel the Love Tonight, que recibió el Oscar a la mejor canción original. La banda sonora, obra del famoso Hans Zimmer, fue también galardonada y muy merecidamente.


Finalmente, la factoría trajo al mundo grandes voces como las de Mulán, Pocahontas o Esmeralda, pero el verdadero impacto llegó con el estreno de Fantasía 2000, seis décadas después del gran éxito de Fantasía, y haciendo realidad el sueño del genio Walt de realizar una segunda parte.

Al hablar de la música en Disney nos referimos a algunas de las canciones que, seguramente, han sido las más escuchadas y repetidas de la historia. ¿Lo bonito? Que seguirán sonando y teniendo éxito a través de los años, porque son clásicos, porque marcaron varias generaciones, porque el espíritu Disney sigue presente.



domingo, 3 de noviembre de 2013

¡ATENCIÓN: ESTEREOTIPADAS!

Princesas de Disney: unos de los personajes más influyentes del mundo, en especial entre el público infantil femenino (hay que tener en cuenta que las encuestas dicen que cada niña ve una media de 40 veces la película de su princesa favorita). Hablamos de una industria que mueve millones cada año y que lleva en nuestras vidas desde 1937, momento en el que se estrena “Blancanieves y los siete enanitos”, la primera película de la compañía Disney.

Este hecho, por sí solo, no nos alarma, ¿qué clase de catástrofe mundial puede causar una niña viendo la película de su princesa Disney? El problema viene cuando nos damos cuenta de que, en general, las princesas a las que tanto admiran se muestran como personajes que necesitan ser rescatados, como personajes que no se valen por sí mismos sin tener un hombre alrededor.

Además, si esto no os parece poco, la compañía Disney sólo nos ofrece dos tipos de mujer: la princesa, que no suele tener más de 18 años, que es muy hermosa e inocente y que, por lo general, no parece haber tocado un libro en su vida; y la malvada bruja, que se salta todas las reglas, que es manipuladora e inteligente y, por supuesto, es la que todo el mundo odia. Y encima es fea. Normal que todas las niñas quieran ser las princesas…



Pues bien, analizando a las principales princesas a lo largo de la historia, nos damos cuenta de que aparecen casi siempre en grupos de tres.

En un primer momento, encontramos a Blancanieves (1937), Cenicienta (1950), y a Aurora (“La Bella Durmiente”, 1959). Son tres chicas obedientes, víctimas de la autoridad, que enseñan a su público que no deben sublevarse ante las injusticias y que, al final, consiguen realizarse como personas cuando se casan con su príncipe y tienen hijos. Menos mal que eran otros tiempos…



En segundo lugar encontramos a Ariel (1989), Bella (1991), y Jasmín (1992), aunque todos sabemos que esta última no es la protagonista de la película. Estas producciones nacen tras la Guerra Fría, una época en la que, por fin, la mujer comienza a disfrutar de una gran libertad dentro de una sociedad en la que, se supone, su único rol no está en el hogar. Por ello, gracias a esos cambios, en este caso nos encontramos con unas princesas más curiosas que salen de su unidad familiar para descubrir otras posibilidades, pero que, al igual que el trío anterior, acaban dando el “braguetazo” y casándose con el príncipe. Menos en el caso de Aladdin, quién no sólo consigue a la chica sino también un reino. No está mal como resultado para un amor a primera vista, ¿no?
Centrándonos un momento en Ariel, podría impresionarnos el sacrificio que hace por el amor de su vida (deja de lado tanto el mundo que conoce como su voz). Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo hace por “el príncipe” y, además, tal como dice Úrsula (la malvada bruja de esta historia), tampoco tenía nada interesante que contar.



La siguiente triada la formarían Pocahontas (1995), Mulán (1998) y Tiana (2009). Son las princesas multiétnicas que, además, ya son de mayor edad. En estas vemos un claro avance respecto a las anteriores, ya que, por primera vez, son ellas las que tienen que abrirse paso por su cuenta en un mundo dominado por hombres, sin que nadie las rescate. Aunque… al final todas acaban comiendo perdices al lado de su príncipe azul. No falla.
En estas tres películas, además, entran otros temas como el de ser ‘salvaje’ o ‘travesti’. Aunque al final llegamos a lo mismo, son siempre los hombres quienes dominan la esfera pública y ostentan el poder.



Por último nos encontramos con las nuevas, a las que les falta aún una compañera. Son Rapunzel (2012) y Mérida (“Brave”, 2013). En estas dos es más complicado encontrar similitudes.
Aunque la película de Rapunzel (“Enredados”) es una adaptación de un cuentto clásico, en ella podemos ver como la princesa es una mujer rebelde que usa todas las armas que tiene para escapar, no dedicándose únicamente a peinarse mientras espera a su amor verdadero, como había hecho su predecesora.
En el caso de Mérida, vemos un mayor avance del estereotipo, principalmente porque es la única película en la que no aparece un príncipe azul (verde, rojo, amarillo o de cualquier otro color) en la historia. En su caso, la princesa se enfrenta a la censura de no cumplir con las normas sociales establecidas que debe seguir, como manda su posición.



No obstante, a pesar de todo esto, nosotros nos quedamos con el lado positivo del asunto: con el tiempo las princesas evolucionan, enseñando a las niñas que, muchas veces, una espada y un arco son más útiles que un bonito vestido.