¡Bienvenidos! Os presentamos el dibujo de Walt Disney, su evolución, su historia, sus personajes y técnicas cinematográficas.

viernes, 27 de diciembre de 2013

WALT DISNEY EN EL SIGLO XX

A veces parece que Walter Elias Disney era un hombre completamente alejado de la realidad. Cuando somos niños y vemos las películas nos parece que estamos viendo la historia de una vida más. Como si la vida de Bella fuese algo normal, o la de Cenicienta, ¿dónde se ha visto que una sirvienta acabe con un príncipe? Eso en el 2013 no pasa, y menos aún en siglos anteriores. 

Por eso, nos hemos preguntado durante estos dos meses trabajando en el blog: ¿en qué pensaba Disney? ¿Por qué cambio el final de los hermanos Grim? Aunque lo que más nos inquieta es por qué sus personajes son tan sonrientes. A veces estas sonrisas, en cierto modo, nos llegan a estremecer. 

Pensando en imágenes del muro de Berlín o del bombardeo de Guernica, nos preguntamos que significaron esa clase de sucesos para Walt Disney. ¿Acaso era el típico ricachón que en medio de una crisis mira hacia otro lado, vive en su nube de felicidad ficticia y sigue derrochando lo mismo, o más, de lo que derrochaba antes de la crisis?

Pero como estudiantes de historia nos cuesta creer que los hombres se puedan abstraer tanto de la realidad. E, investigando los dibujos de Disney, hemos encontrado un momento de producción distinto, en la II Guerra Mundial. En primer lugar, en Diciembre de 1941, parte del estudio fue requisado por unas autoridades militares como cuartillos para setecientos miembros de una unidad antiaérea. Lo utilizaron además como un taller de reparación durante varios meses.

No obstante, durante el periodo de guerra, Disney continuó produciendo pequeños dibujos de Donald, Pluto y Goofy, aunque con matices diferentes. Los cortos tenían nombres como: Private Pluto, Comando Duck y Goofy’s Victory Vehicles. Y cada uno de ellos remitía a algún aspecto de la guerra. 


El más famoso es La cara del Fuler, en esta el protagonista es Donald y sueña con que es un nazi de Alemania y con que está trabajando en una fábrica de producción de munición. Mientras trabaja se va topando con una serie de fotografías de Hitler en las que tiene que presentar una y otra vez el saludo nazi. De repente, se despierta de su pesadilla, ve una sombra de una persona que está levantando el brazo y, asustado, empieza a gritar hasta que ve se da cuenta de que es una figurilla de la Estatua de la Libertad. Con fuerza, salta y se viste con su traje rojo, blanco y azul y empieza a besar la estatua de la libertad gritando: “¡Qué agradecido estoy de ser un ciudadano de los Estados Unidos de América!”.


En un primer momento al ver estos dibujos pensamos en que Walter estaba igual de afectado que el resto del mundo por la masacre de la II Guerra Mundial. Pensabamos que, cómo Picasso en su Guernica, apelaba a la humanidad de las personas de la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, ¿por qué ensalza América? ¿a caso no protagonizó los bombardeos de Hirosima y Nagasaki? ¿Disney sería tan estúpido de creer que los americanos son una raza superior? Lo dudo mucho. Lo que creemos es que, como suele pasar en la historia, estamos ante un artista sometido a una serie de normas impuestas. Al fin y el cabo, se trata de un medio más para educar a los más pequeños de la población americana y hacerles ver que su país es el mejor.

Aquí dejamos el corto para que juzguéis:

lunes, 9 de diciembre de 2013

CAMEOS

Supongo que a estas alturas ya habréis comprobado que Walt Disney y su compañía tienen más trasfondo del que parece. Intuyo que ya habréis comprobado que las películas y los cortos que han lanzado al mundo no son sólo simples animaciones para divertir a mayores y pequeños. Y como creemos que ya estáis algo instruidos en el mundo Disney, más allá de lo que todos conocen, pensamos que ya es hora de abrir el cajón de eso de lo que muchos hablan en murmullos, comentando cosas aquí y allá, pero sin centrar la vista demasiado tiempo en ello… De hecho, alguno no se habrá dado ni cuenta y quizá ahora esté tan perdido como Alicia dentro del laberinto de la Reina de Corazones, pero como somos buena gente y ponemos título a las entradas, creo que ya debéis saber por dónde van los tiros, ¿no?

¿Qué es un cameo? Pues básicamente se trata de la aparición de un personaje ya conocido en otra película que, normalmente, no tiene mucho que ver con su primera aparición. Así que, pongamos ejemplos:

LA CAMIONETA: bien, recordemos durante un momento la primera película de Toy Story, ¿alguno se acuerda de los marcianitos verdes de tres ojos que adoraban a “El Gancho”? Ahora recordad la camioneta de Pizza Planet, el restaurante en el que vivían estos personajillos. Pues bien, esa misma camioneta la podemos encontrar, de nuevo, en una escena concurrida de la película de Cars; a través de la bolsa de agua en la que los amigos de Nemo (Buscando a Nemo) tratan de escapar al mar; tanto en la película Bichos, como en Monstruos S.A. (en las cuales utilizan el mismo fotograma); y en Wall-e, cuando Eva escanea los restos de la humanidad en busca de una planta.


EL ANCIANO: en la película Bichos, al final del cortometraje, podemos observar a un señor mayor medio calvo jugando contra una versión de sí mismo al ajedrez. Así que, ¿cuál es nuestra sorpresa cuando volvemos a verle en Toy Story 2, encarnando a un especialista de juguetes antiguos y raros?


LA BESTIA: nuestra Bestia con corazón de príncipe, no sólo aparece en la famosa película La Bella y la Bestia, sino que también podemos encontrarle representado en una figurita en el palacio del sultán de Aladdin.


SEBASTIÁN: el cangrejo más famoso de las películas de animación parece que no dedica toda su vida a vivir, como dice en su canción, “bajo del mar”. Hemos podido comprobar que tiene su momento de atención en Aladdin, cuando el Genio lo saca de un libro.


LA PELOTA: muchos pensarán que una pelota no puede hacer gran cosa, pero esa regla no puede aplicarse a la pelotita de Pixar, uno de los elementos que más vueltas ha dado a través de las múltiples películas de la compañía Disney (después de anexionarse Pixar). Aquí os dejamos algunas películas en las que ha aparecido: las imágenes 1 y 2 pertenecen a la película de Los Increíbles; la 3 y la 6 a Up, siendo la sexta una parte de la banda de scout del niño; las imagenes 4 y 5 pertenecen a la película de Toy Story; la séptima imagen es del cuarto de Boo, de Monstruos S.A.; y la octava pertenece uno de los cortos de las lámparas características de Pixar.


ESCOBAS: ¡Hasta las escobas son aventureras! ¿Os acordáis de las que bailaban junto con Mickey en Fantasía? Pues podemos ver alguna referencia a ellas en otras películas como Enredados.


MONSTRUOS S.A.: parece que el cuarto de la adorable Boo está lleno de recuerdos de películas Disney, podría decirse que es la Gran Fan, ya que, además de la pelota de Pixar de la que ya hemos hablado, podemos encontrar a Jessie, de Toy Story 2 y 3, a Nemo, de Buscando a Nemo, y al avión de Andy, el propietario de los juguetes protagonistas de la ya mencionada Toy Story.


Sabemos que hay mucho más cameos, somos conscientes, pero si los pusiéramos todos esta entrada probablemente no terminaría nunca y no queremos aburriros, que lo poco gusta y lo mucho cansa.

¡Esperamos que os haya gustado! Y ya sabéis, la próxima vez que veáis una película Disney estad atentos, nunca se sabe quién puede aparecer.

jueves, 5 de diciembre de 2013

DALÍ Y HOLLYWOOD.

A priori, todo haría pensar en una profunda afinidad entre Hollywood y Dalí, casi se podría hablar de uno de esos flechazos entre dos pretendientes dispuestos a todo con tal de acabar en el altar… o en la cama, depende de la ocasión. La fascinación por el cine americano es una actitud ya vigente durante la adolescencia del pintor, que se mantendría en pleno furor surrealista, cuando el pintor aun está integrado sin fisuras en el seno del movimiento de Bretón a través de sus colaboraciones con Luis Buñuel, la segunda de las cuales, La edad de oro, gustaba a Dalí porque “parecía una película americana”.

Dalí y Disney se conocieron en 1945 durante el rodaje de la película Recuerda, de Alfred Hitchcock y dicen que se quedaron impresionados el uno con el otro… Al año siguiente de su flechazo, Dalí firmó un contrato para trabajar durante unos meses en la factoría Disney.


No tardarían en ponerse manos a la obra colaborando en Destino, donde personajes y objetos corpóreos debían establecer un continuo con personajes, objetos y decorados dibujados. En una entrevista para la revista barcelonesa Imágenes, concedida en 1951, Dalí aún no daba por perdida esa colaboración y añadía: “Es protagonizada por una figura humana, con una cabeza de niño recién nacido, cuerpo de mujer adulta, piernas de gacela y pies formados por caracolas”. Como vemos, el genio no estaba muy bien de la cabeza ya por aquel entones.

Sin embargo, y a pesar de las afinidades entre ambos creadores, Destino no llegaría a consumarse, achacándose sobre todo a problemas de presupuesto y a la Segunda Guerra Mundial. En 2003, Roy Disney, nieto del fundador, decidió recuperar el corto, del que sólo existían 15 segundos experimentales y cientos de bocetos, y montó un film de dibujos animados de siete minutos.

(Boceto a tinta)

Tampoco prosperó la iniciativa, anunciada en octubre de 1957, después de que el matrimonio Disney viajara a la casa de Dalí en Cadaqués, para trabajar juntos en una versión de Don Quijote, libro sobre el que el pintor catalán acababa de grabar las planchas que en diciembre le editaría Joseph Foret.

En lo que se refiere a Destino, la breve historia animada cuenta los amores de una bailarina por un jugador de béisbol. Se conocen, se gustan, pero el tiempo, representado por el dios griego Cronos, se impone. No se puede escapar al destino, como concluye el cuento animado. 


Esta es una explicación comprensible del cortometraje, nada parecido a lo que narra el pintor al periodista A. Frankenstein en 1946 sobre la trama del film:

“Vemos primero un jardín muy convencional salpicado de estatuas y adornado en el centro por una fuente en forma de cisne. Después el jardín desaparece. El cuello y las alas del cisne se convierten en el tronco y las orejas de un elefante boca arriba. El elefante se transforma a su vez en una pirámide con una cabeza de Cronos grabada a la que se dirige una chica. De repente, la pirámide desaparece y el largo triángulo que ocupaba sobre una tela presenta ahora una perspectiva de carretera.

La chica se detiene a lo largo de la carretera y después, un momento después, se la ve cabalgar sobre un inmenso teléfono de patas de araña entre toda clase de monstruos. Después el paisaje cambia y se ve de nuevo una pirámide acompañada en esta ocasión por una iglesia flotando sobre un estanque que bordean dos manos humanas de las que salen dos cipreses. En el borde circular del estanque dan vueltas sin cesar formas denudas subidas a bicicletas. Las formas desnudas acaban por desaparecer en el estanque.

En ese momento una campana toca a muerto. La sombra de la campana se confunde con la silueta de la chica y las dos se ponen a bailar. La cabeza de Cronos esculpida en la pirámide se libera de la piedra y comienza a bailar también, tratando de alejar a una lluvia de monstruos que caen del cielo por todas partes. Cronos separa a los monstruos de su cuerpo, cada vez que arranca uno un agujero enorme se abre en él”.


Esperemos que esa no fuera a ser la sinopsis de la película, porque no tenemos muy claro que los niños quisieran ir a verla...

En fin, aquí os dejamos el cortometraje de 2003, ¡disfrutadlo!


martes, 3 de diciembre de 2013

HERMANOS GRIMM vs. DISNEY

Anteriormente ya habíamos hablado de nuestras queridas princesas Disney, esas jovencitas obedientes y rebeldes, hogareñas y aventureras, tímidas y extrovertidas, morenas, rubias, pelirrojas… Pero, sobre todo, habíamos hablado de que, al final, por usar una expresión que, en este caso, nos viene al dedo, terminan siendo felices y comiendo perdices. No importa cuál hubiese sido su objetivo a lo largo de la historia, lo importante es que al final, teniendo al mundo en su contra y contando únicamente consigo mismas, y quizá con algún amigo, terminan consiguiendo lo que en un principio pretendían. Vaya vida más maravillosa es esa, ¿no? Pero… ¿qué pasaría si esos finales maravillosos no siempre hubieran sido así? ¿Y si la compañía Disney alteró los finales para que fueran aptos para todos los públicos?

Pues, a riesgo de romper ilusiones y pisotear infancias, así es. La mayoría de nuestras princesas Disney han sido extraídas de los cuentos de los Hermanos Grimm (llamados “Cuentos para la infancia y el hogar” y publicados el 20 de diciembre de 1812), que, a su vez, recogieron esas historias de la tradición oral de su país natal: Alemania. Y es bueno que sepáis antes de seguir leyendo que sus historias no tenían nada que ver con los bonitos cuentos que nos han inculcado desde pequeños. Los Grimm recogieron historias sobrecogedoras, sin un ápice de sensibilidad y con finales duros, que, al no tener un contexto claro y ser versionado por los países de alrededor, adquirieron una solidez impresionante.


Y, ¿cómo no? Aquí van algunos ejemplos:

LA BELLA DURMIENTE (originalmente llamado “Sun, Moon and Talia”): este relato, aparentemente inofensivo y obra de Giambattista Basile, fue uno de los tantos que los Grimm adaptaron para su libro. Y su final, como ya estaréis imaginando, no es tan idílico como el de nuestro amigo Disney. En él, el rey viola a la protagonista y, mientras esta aún está dormida, da a luz a dos niños.


BLANCANIEVES: en esta versión, la bruja malvada no es la madrastra de Blancanieves, sino su propia madre, que no puede resistir los celos que tiene de su hija. Y no quiere ver el corazón de la protagonista en una bandeja de plata, sino que quiere comerse sus pulmones y el hígado como prueba de que realmente está muerta. Además, el final de la bruja malvada también es sustancialmente diferente, ya que es obligada a bailar con zapatos con pinchos de metal hasta la muerte.


CENICIENTA: en la historia de los hermanos Grimm, las hermanastras de Cenicienta, para poder probarse el zapato que el príncipe había encontrado, se cortan trozos del pie. No obstante, la sangre las delata y, además de ser rechazadas, son condenadas por intento de usurpación y el príncipe hace que los pájaros les saquen los ojos a picotazos.


LA SIRENITA: este relato fue obra de Hans Christian Andersen y adaptación de los hermanos Grimm. En él, Ariel sufre una tremenda agonía a cada paso que da con sus piernas humanas (muy parecido a caminar sobre cuchillas afiladas), pero, como ama al príncipe, acepta bailar con él de todas maneras. Sin embargo, su historia tampoco termina felizmente, ya que el príncipe termina enamorándose de otra y Ariel, en vez de asesinar al príncipe para salvarse ella misma, ya que la hechicera que le dio las piernas le dijo que si el príncipe se enamoraba de otra ella moriría, decide sacrificarse y morir disuelta en espuma de mar.



RAPUNZEL: esta podría decirse que es una de las historias más suaves. En ella, Rapunzel es visitada de forma continuada por un príncipe que, finalmente, la deja embarazada y, para que la bruja jamás se entere, huye al bosque donde da a luz a dos gemelos.


viernes, 29 de noviembre de 2013

GET A HORSE!

Con el propio Walt Disney como la voz de Mickey Mouse, Get a horse! De Walt Disney Animation Studios sigue las aventuras de Mickey, su compañera preferida Minie Mouse (voz original, en inglés, de Marcellite Garner) y sus amigos Horacio y Clarabella, mientras disfrutan de un paseo musical a bordo de un vagón de heno… hasta que aparece Pedro Pata de Palo (voz en inglés de Billy Bletche) e intenta sacarlos del camino.

Todavía no ha salido en pantalla, pero nosotros lo pudimos ver el lunes en las Oficinas The Walt Disney Company de Madrid. Tiene unas críticas tremendas y resulta un corto maravilloso, muy recomendado sobre todo para los aficionados al cine y la historia del arte de esta época, ya que lo novedoso es la brillante mezcla de técnicas antiguas y nuevas.

Al principio aparecen figuras en blanco y negro, dibujadas a mano, como en las primeras escenas protagonizadas por nuestro ratón. Pero, de pronto Mickey se ve separado de Minie utilizando la nueva tecnología del 3D. De tal manera que Minnie queda dentro de un dibujo en blanco y negro y Mickey, ya a color y en tres dimensiones, cerca del público como si estuviese fuera de la pantalla.

Mickey deberá valerse de todos los trucos que encuentre debajo de su manga para regresar a su lado.


Y como nos gusta demostrar lo que decimos… ¡aquí tenéis el tráiler!


martes, 19 de noviembre de 2013

MASTERCLASS DE MICKEY

Ayer  lunes 18 de noviembre, se cumplieron 85 años de la primera aparición en cines de Mickey Mouse en el estreno de Steamboat Willie, en 1928.

La revista 20 minutos, televisión española, canal Extremadura y un gran número de reporteros han acudido a la conferencia, sin embargo, hoy es un día diferente, no son ellos quien hacen preguntas, son personitas de entre 9 y 10 años.


45 niños, cuadernos, páginas en blanco, lápices sin estrenar y una gran emoción surca la sala. La compañía Disney de España quiere que conozcan a Mickey, el alter ego de Walter y, para ello, primero veremos un corto de Mickey, Get a horse!, que supondrá, como dijimos anteriormente, la vuelta de Mickey a la gran pantalla (junto con el estreno de Frozen el reino del hielo) el 29 de noviembre.


No obstante, eso no parece suficiente, por lo que Fabrizio Petrosi, nuestro artista y dibujante especializado en Mickey, considera que los niños, antes de dibujarlo, deben conocerle mejor. Por ello, veremos, además, otros cortos de los orígenes de Mickey.


Ahora sí, ya están preparados para dibujar al pequeño ratoncito.

Fabrizio Petrosi es un napolitano que empezó a colaborar con la revista Topolino y otras publicaciones de The Walt Disney Company Italia en 1992. Además entre 1995 y 2003 trabajó como instructor de nuevos artistas en Madrid, Milán, Barcelona, Londres y París. En la actualidad, trabaja con los personajes Disney para Disney Publising en Estados Unidos.
Hoy ha introducido su masterclass diciendo a los niños: “Lo principal que debéis saber es que no os tenéis que preocupar por el resultado. Todos los artistas de Disney antes del dibujo final hacen millones de bocetos. Hay que practicar.” ¿No es encantador? El positivismo se respiraba en el ambiente.


Tras esa afirmación, los niños, confiados, con todos los sentidos puestos en su maestro, se han puesto manos a la obra. La primera cosa que les ha enseñado es que todos los dibujos de Disney se basan en formas básicas, círculos o formas elípticas. La principal razón es posibilitar que puedan ser dibujados por distintos artistas y que los personajes cambien de medio.

Practicamos primero la cara, durante dos minutos dibujamos círculos muy grandes…  ¡todo lo grandes que podamos! 


Pasamos de página y hacemos la cara de Mickey de frente. Es muy simétrica, por lo que, al principio, tan sólo necesitamos hacer una forma redondeada que no tiene que ser perfecta pero que, como nos han repetido varias veces, debe ser grande.

Después, dos líneas (una vertical que divida el círculo en dos y otra horizontal, perpendicular a la anterior y un poco más baja con respecto al centro). Tras esto, llega la parte más importante: dibujar los mofletes y la sonrisa característica de nuestro ratón.


Es decir, paso por paso, Fabrizzio hoy ha ido cautivando a cada niño. No solo por su cercanía con Disney y todo lo que representa, o por ser de los pocos autorizados a dibujar a Mickey, sino porque su habilidad no solo está en dibujar, sino en enseñar. Walt Disney no sólo hizo un ratón que encantó y maravilló a los niños, sino que eligió un dibujo que ellos mismos, aún con 9 o 10 años, podían hacer.

Os dejamos aquí algunos videos de hoy.








domingo, 17 de noviembre de 2013

85 ANIVERSARIO

Damas y caballeros: ¡Nuestro ratón cumple 85 años! ¿Y qué mejor forma de celebrarlos que lanzando a la gran pantalla una nueva película con él como protagonista? Pues así es. El 18 de noviembre, con motivo de la celebración, 30 niños de 4º de primaria están invitados al estreno de Get a Horse!, película pre-seleccionada para el Oscar 2013 al mejor corto de animación y que, además, compartirá protagonismo con la nueva película de la compañía Disney: Frozen, el reino del hielo.

Sin embargo, eso no es todo. Con motivo de los 85 años de vida de este ratón simpático que tantas alegrías nos ha dado, el mismo 18 de noviembre, el famoso Fabrizio Petrossi (actual dobujante oficial de Mickey Mouse) dará una masterclass y una entrevista a las que, afortunadamente, hemos sido invitados.

Así pues, estad atentos al blog, porque no tardaremos en subir una entrada que detalle nuestra experiencia en este maravilloso evento.


viernes, 15 de noviembre de 2013

MINNIE: LA COMPAÑERA INSEPARABLE.

Cuando pensamos en Disney, lo primero que nos viene a la cabeza es un ratoncito, gracioso y de grandes orejas redondas. Mickey es el símbolo de Disney. Pero… ¡qué aburrido sería que el pobre estuviese solo en todas las aventuras! Por ello, Disney, leyéndonos a todos el pensamiento, tuvo la brillante idea de incluir en la vida del señor Mouse nuevos personajes. Y, para empezar, ¿qué mejor personaje que su inseparable Minnie?


En Minnie, al igual que en Mickey, habrá una evolución del personaje, especialmente cuando los dibujos sean en color. Es con este elemento, donde se remarca que Mickey y Minnie son pareja, ya que ambos utilizan en la ropa el mismo color: rojo, para la falda de Minnie y el pantalón de Mickey, y amarillo para esos zapatos descomunales que llevan (en serio, ¿cómo puede caminar Minnie con unos zapatos que no son de su talla?). Sin embargo, poco a poco, irán aumentando su fondo de armario además de añadir más colores.


La primera vez que vimos juntos a Mickey y Minnie fue en el cortometraje Loco por los aviones (1928), el que sería el comienzo de sus largas y divertidas aventuras, donde podemos ver a Minnie y sus características crisis de histeria, las bromas entre ellos, la búsqueda de besos por parte de Mickey arrugando los “morritos. Son momentos que nos han hecho reír a todos y que están presentes en la memoria de pequeños y mayores.  

 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

MICKEY, UN DIBUJO CON UNA IDENTIDAD

Es curioso que el nacimiento de un dibujo como Mickey Mouse se haya convertido en una leyenda. Walt Disney decía que concibió al ratón en un tren, volviendo de Hollywood después de un encontronazo con Mintz. No hay ninguna razón para pensar que esto no es cierto, pero como una historieta más, se ha ido difundiendo de boca en boca y muchos ya piensan que es un mito. Aún así, el nombre de Mickey no fue el primero que pensó nuestro artista para el pequeño ratón. En su estudio llamaba a su dibujo Mortimer, sin embargo antes de que saliese al público se cambió. Se ve que se daría cuenta de que Mortimer era un nombre quizás demasiado pomposo para un ratón de animación.


Así, en la gran ciudad de Nueva York, en 1928, nuestro ratón debutó por primera vez con la colaboración de Ub Iweks. De hecho este último fue el que definió el físico de Mickey, que después retocó Walter, haciéndolo más compacto: primero dos largos círculos, uno sería la cabeza y el otro el resto del cuerpo; luego, dos círculos más pequeños que serían sus grandes orejas y algunos retoques como la nariz puntiaguda y largos pies para que fuese estable. Por último, estaba equipado por una larga y finita cola y unos pantalones cortos decorados con botones. 



(Las dos imágenes de abajo son de la primera película con música que se proyectó de Mickey Mouse: Steamboat Willie en 1928)

Pero la grandísima novedad fue que se trataba de un dibujo con una identidad. Por ejemplo, el gato Felix era un personaje que el público reconocía perfectamente, pero no tenía una personalidad definida como sí tenía Mickey que, desde el primer momento, fue un personaje fácilmente identificable con cualquiera de la audiencia. Es decir, Disney llega a un punto en el que crea un personaje que dice algo a la sociedad. No solo es un dibujo, es un ente en sí mismo.

Lo más probable es que este detalle fuese obra de Disney y no de Iwerk, ya que Walt siempre criticó que los dibujos animados pareciesen eso mismo, dibujos, personajes que no eran capaces de pensar por sí mismos. Por ello, de algún modo, Disney concibió a Mickey como su alter ego, como Superman lo era de Clark Kent. 


Durante toda su vida como artista tuvo un especial afecto por este ratón, lo que sugiere inmediatamente que se involucró en cada detalle de su creación. Y damos gracias a ello, porque recuerda que todo empezó con un ratón.

martes, 12 de noviembre de 2013

UN MUNDO MUSICAL

No podemos olvidar también que la música es una de las seis principales formas de arte y que fue un incentivo para abrazar al optimismo en un mundo que afrontaba en aquellos años dificultades y problemas de todo género (1945). Por ello, las canciones cobrarían una importancia cada vez mayor, con estribillos que se seguirán repitiendo en las siguientes generaciones y que, incluso, llegan hasta hoy. ¿Quién no se sabe “Yo voy a ser el rey león” o “bajo del mar”? ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo tarareando una melodía de Disney?

Walt Disney tenía cierta obsesión por ilustrar con imágenes composiciones clásicas de todo tipo, lo que le llevaría a buscar experiencias semejantes a la conseguida con Fantasía, su obra más lograda. Así, en la película Make Mine Music (1946) puso imagen a un total de diez temas musicales, deleitando a padres, hijos y abuelos.

El más original de este largometraje es la historia de la ballena llamada Willie que, después de haber sido descubierta en el mar, es capaz de cantar todas las arias imaginables en su debut en el Metropolitan. Esta incursión de Disney en el mundo musical precisó de tres años de producción y más de dos millones y medio de dibujos… Sí, nosotros también nos quedamos impresionados cuando lo supimos. ¡Dos millones y medio de dibujos! Es tanto que creo que es imposible hacerse una idea real del trabajo que debe llevar eso.


Tiempo de Melodía, traducción de la original Melody Time (1948), fue una nueva producción de los estudios Disney en el mundo de la música. En el proyecto, que se aleja cada vez más de lo clásico, participaron famosos intérpretes y músicos de entonces. Leyendas populares norteamericanas, héroes del Lejano Oeste y poemas adaptados se mezclaron en el que fue considerado por la crítica como el mejor popurrí musical de la factoría.

Por otro lado, las baladas románticas de La Cenicienta, valorada como una de las mejores creaciones de Disney, se vieron complementadas por canciones inolvidables como la que interpreta el Hada Madrina al usar su varita mágica, el Bibbidi-Bobbidi-Boo. Una canción muy pegadiza que, por otro lado, puede llegar a ser completamente impronunciable.


Y es que si hablamos de música y de Disney juntos no podemos dejar de mencionar a Mary Poppins (1964), que ha pasado a los anales del cine como una de las mejores comedias musicales de la historia. Fue una estrella de los musicales precisamente, Julie Andrews, la elegida para encarnar a esta institutriz. El trabalenguas Supercalifragilisticoespialidoso batió récords de persistencia en el recuerdo de todos los espectadores, sólo comparables a los del Salakadulachachicomula de La Cenicienta. Y lo mejor de todo es que después de cincuenta años, ¡la canción se sigue cantando! No tenemos muy claro con qué fuerza sobrenatural pactó Walt Disney, pero está claro que su legado, por una cosa o por otra, está siendo inmortal.


Dos años más tarde del estreno de esa película, los estudios vieron como su fundador moría, dejando un hueco enorme dónde se antes podía apreciarse todo su impulso, su energía y su ilusión. Pese a ello, los estudios siguieron adelante y trajeron al mundo algunas de las películas más famosas de la historia del cine, como El libro de la Selva, Robin Hood, La Sirenita y otra multitud de largometrajes que dejarían muchas canciones para el recuerdo.

En El Rey León (1994) participaron algunas de las mejores voces de aquel entonces, como el legendario James Earl Jones, que dobló a Mufasa, o dos estrellas de Brodway, Nathan Lane y Ernie Sabella, que prestaron voces a Timón y Pumba. Elton John escribió cinco canciones para la película y, además, él mismo interpretó el tema Can You Feel the Love Tonight, que recibió el Oscar a la mejor canción original. La banda sonora, obra del famoso Hans Zimmer, fue también galardonada y muy merecidamente.


Finalmente, la factoría trajo al mundo grandes voces como las de Mulán, Pocahontas o Esmeralda, pero el verdadero impacto llegó con el estreno de Fantasía 2000, seis décadas después del gran éxito de Fantasía, y haciendo realidad el sueño del genio Walt de realizar una segunda parte.

Al hablar de la música en Disney nos referimos a algunas de las canciones que, seguramente, han sido las más escuchadas y repetidas de la historia. ¿Lo bonito? Que seguirán sonando y teniendo éxito a través de los años, porque son clásicos, porque marcaron varias generaciones, porque el espíritu Disney sigue presente.



domingo, 3 de noviembre de 2013

¡ATENCIÓN: ESTEREOTIPADAS!

Princesas de Disney: unos de los personajes más influyentes del mundo, en especial entre el público infantil femenino (hay que tener en cuenta que las encuestas dicen que cada niña ve una media de 40 veces la película de su princesa favorita). Hablamos de una industria que mueve millones cada año y que lleva en nuestras vidas desde 1937, momento en el que se estrena “Blancanieves y los siete enanitos”, la primera película de la compañía Disney.

Este hecho, por sí solo, no nos alarma, ¿qué clase de catástrofe mundial puede causar una niña viendo la película de su princesa Disney? El problema viene cuando nos damos cuenta de que, en general, las princesas a las que tanto admiran se muestran como personajes que necesitan ser rescatados, como personajes que no se valen por sí mismos sin tener un hombre alrededor.

Además, si esto no os parece poco, la compañía Disney sólo nos ofrece dos tipos de mujer: la princesa, que no suele tener más de 18 años, que es muy hermosa e inocente y que, por lo general, no parece haber tocado un libro en su vida; y la malvada bruja, que se salta todas las reglas, que es manipuladora e inteligente y, por supuesto, es la que todo el mundo odia. Y encima es fea. Normal que todas las niñas quieran ser las princesas…



Pues bien, analizando a las principales princesas a lo largo de la historia, nos damos cuenta de que aparecen casi siempre en grupos de tres.

En un primer momento, encontramos a Blancanieves (1937), Cenicienta (1950), y a Aurora (“La Bella Durmiente”, 1959). Son tres chicas obedientes, víctimas de la autoridad, que enseñan a su público que no deben sublevarse ante las injusticias y que, al final, consiguen realizarse como personas cuando se casan con su príncipe y tienen hijos. Menos mal que eran otros tiempos…



En segundo lugar encontramos a Ariel (1989), Bella (1991), y Jasmín (1992), aunque todos sabemos que esta última no es la protagonista de la película. Estas producciones nacen tras la Guerra Fría, una época en la que, por fin, la mujer comienza a disfrutar de una gran libertad dentro de una sociedad en la que, se supone, su único rol no está en el hogar. Por ello, gracias a esos cambios, en este caso nos encontramos con unas princesas más curiosas que salen de su unidad familiar para descubrir otras posibilidades, pero que, al igual que el trío anterior, acaban dando el “braguetazo” y casándose con el príncipe. Menos en el caso de Aladdin, quién no sólo consigue a la chica sino también un reino. No está mal como resultado para un amor a primera vista, ¿no?
Centrándonos un momento en Ariel, podría impresionarnos el sacrificio que hace por el amor de su vida (deja de lado tanto el mundo que conoce como su voz). Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo hace por “el príncipe” y, además, tal como dice Úrsula (la malvada bruja de esta historia), tampoco tenía nada interesante que contar.



La siguiente triada la formarían Pocahontas (1995), Mulán (1998) y Tiana (2009). Son las princesas multiétnicas que, además, ya son de mayor edad. En estas vemos un claro avance respecto a las anteriores, ya que, por primera vez, son ellas las que tienen que abrirse paso por su cuenta en un mundo dominado por hombres, sin que nadie las rescate. Aunque… al final todas acaban comiendo perdices al lado de su príncipe azul. No falla.
En estas tres películas, además, entran otros temas como el de ser ‘salvaje’ o ‘travesti’. Aunque al final llegamos a lo mismo, son siempre los hombres quienes dominan la esfera pública y ostentan el poder.



Por último nos encontramos con las nuevas, a las que les falta aún una compañera. Son Rapunzel (2012) y Mérida (“Brave”, 2013). En estas dos es más complicado encontrar similitudes.
Aunque la película de Rapunzel (“Enredados”) es una adaptación de un cuentto clásico, en ella podemos ver como la princesa es una mujer rebelde que usa todas las armas que tiene para escapar, no dedicándose únicamente a peinarse mientras espera a su amor verdadero, como había hecho su predecesora.
En el caso de Mérida, vemos un mayor avance del estereotipo, principalmente porque es la única película en la que no aparece un príncipe azul (verde, rojo, amarillo o de cualquier otro color) en la historia. En su caso, la princesa se enfrenta a la censura de no cumplir con las normas sociales establecidas que debe seguir, como manda su posición.



No obstante, a pesar de todo esto, nosotros nos quedamos con el lado positivo del asunto: con el tiempo las princesas evolucionan, enseñando a las niñas que, muchas veces, una espada y un arco son más útiles que un bonito vestido.

lunes, 28 de octubre de 2013

LOS INICIOS

Entre sus primeros trabajos, Walter estuvo en la agencia de publicidad de Pese-Rubin, donde abocetaba viñetas y diseñaba carteles (vamos, que aún no era, ni de lejos, el Jefazo). Es allí donde conoce a un curioso dibujante junto al cual desarrollaría una inmensa y maravillosa capacidad creativa, gracias a la cual, dicho sea de paso, marcaría a varias generaciones. Este dibujante se trataba de Ubbe Iwerks, conocido por UB Iwerks, con el cual, meses más tarde, Disney fundaría su primera compañía gracias al préstamo de 250 dólares que le haría su madre (gracias sita Disney, millones de niños y niñas le agradecen su generoso donativo).
Y así fue como nuestros Ub y Walt comenzaron a trabajar juntos, creando anuncios publicitarios mientras aprendían nuevas técnicas en el mundo de la animación.


Durante su estancia en el instituto McKinley de Chicago, Walt contribuiría en numerosos dibujos para el periódico del instituto y, durante su servicio en Francia, enviaría una serie de ilustraciones a sus antiguos compañeros de clase en sus cartas. (Aquí os dejamos algunos, para que veáis lo talentoso que era desde sus comienzos nuestro Walty).


Y... ¿a que no sabes qué? ¡Antes del ratón y del conejo Oswald, los dibujos de Walt estuvieron protagonizados por una pequeña niña llamada Alicia! Estaba inspirada en Virginia McGuee, que, desde su juventud, había querido ser actriz. 
En sus aventuras, Alicia siempre estaba acompañada por su amigo Julius. En una de ellas, conoce a Ike un ratoncito simpático que se uniría al grupo y que podría definirse como el primo cercano del que sería el ratón Mickey (porque recordad que todo comenzó con un ratón). Todos ellos vivirían diferentes incidentes que les llevarían a descubrir la cabaña de los tres ositos, librar de las ratas a la ciudad de Hamelín y convivir con una extensa fauna de animales, entre otras cosas. Es decir, que tenían diversión para rato.